En la isla Livingston, científicos registraron un fenómeno conocido como nieve de sandía o sangre de los glaciares, observado en el monte Reina Sofía. Aunque visualmente llamativo, este suceso preocupa a los expertos por sus posibles efectos en el equilibrio ambiental.
La coloración rosada es causada por microalgas que florecen con el calor y desarrollan pigmentos rojizos, como la astaxantina, para protegerse del sol. Este fenómeno se presenta sobre todo en el verano antártico, cuando las altas temperaturas aceleran el derretimiento del hielo.